Este es uno de los textos más valiosos sobre Alekhine. Trata sobre las veces en que participó en los torneos entre 1909 y 1921 y su estancia obligatoria en Mannheim en 1914 debido a la irrupción de la 1ra Guerra Mundial donde cabalmente "aprendió" a analizar y cuya experiencia le sirvió como inspiración al G.M. Alexander Kotov para escribir sus obras "Piense como un maestro", "Juegue como un Gran Maestro" y "Entrene como un Gran Maestro". Y como un "plus", la tal vez "única" partida perdida propia que Alekhine analizó. Todo a través de la mirada del maestro ruso Piotr Romanovsky quien tuvo el privilegio de tratarlo personalmente durante esta época.
De Shakhmatny en la URSS, número 3, marzo de 1956. (págs: 87-89). Encuentros con Alekhine (en el 10mo aniversario de su muerte).
Por: P. Romanowski.
El torneo amateur de todas las Rusias. Yo estuve muy complacido cuando la administración de la sociedad ajedrecística me incluyó en el torneo amateur de todas las Rusias e inmediatamente tomé un interés en la composición de los participantes. Muchos de ellos, por ejemplo Maliutin, Rosenkrantz, Chepurnov, Tereshchenko, Lebedev, Gelbak, eran familiares para mí desde el torneo de otoño del club de ajedrez de San Petersburgo en 1908 (el torneo de todas las Rusias fue planeado para febrero de 1909). En julio de 1908 yo había cumplido 16 años de edad. Mi orgullo no fue menos halagado, de que yo fuera el más joven de entre todos los participantes y que sería necesario para mí hacer la "batalla" con gente sólida y honorable. De alguna manera, en una conversación con un miembro del comité, Chudovski, me permití a mí mismo expresar mis sentimientos acerca de esto y estaba un poco decepcionado, cuando dos días más tarde, me encuentra, y me dijo: "pero tú no eres realmente el participante más joven del torneo". Yo entonces me enteré que participando en el torneo, estaba un estudiante del gimnasio de Moscú, Alekhine, quien era tres meses más joven que yo. Y, Chudovski agregó: "parece que él juega muy fuertemente." De ulteriores conversaciones explicaron que este estudiante del gimnasio de Moscú, ya había participado exitosamente en el torneo amateur de Dusseldorf y que en el otoño de 1908 él había tomado el primer lugar en el torneo del club de ajedrez de Moscú, en el cual los más fuertes jugadores habían tomado parte. Poco después, en la columna del periódico Novoye Vremya, apareció allí la partida Alekhine - Blumenfeld, excelentemente ganada por Alekhine. Produjo en mí una fuerte impresión. Lo persuasivo de la victoria fue realzado por un breve reporte acerca del hecho de que Alekhine había ganado un match contra Blumenfeld quien era considerado entonces uno de los mejores ajedrecistas de Rusia, por el tanteo de +4 -0 =1. A fines de enero de 1909 mi presentación con Alekhine finalmente tuvo lugar. El mismo Chudovski me llevó hasta un joven con cabello rubio, sentado en una mesa de ajedrez, y dijo: "Aquí está Romanovsky, con quien he hablado acerca de ti." Entonces nos dejó y nosotros permanecimos juntos. Alekhine inmediatamente empezó a hablarme usando el familiar "tú". "¿Qué piensas que harás en el torneo? -me preguntó él con una sonrisa. Sintiéndome yo mismo un poco embarazoso, respondí evasivamente que era mi primera vez jugando en semejante fuerte torneo y que era difícil prever mi resultado. "Ah", él me interrumpió con una nota algo desdeñosa en su voz. "Primero de todo, el torneo no es tan fuerte como te parece, y, en segundo lugar, en mi opinión no tiene sentido jugar un torneo donde no esperas tomar el primer lugar. Yo, por ejemplo, estoy casi seguro que tomaré el primer lugar, especialmente desde que, como me he enterado, el título de maestro será conferido al primer ganador del premio. Con todos estos caballeros," agregó él, teniendo en mente a nuestros futuros oponentes, "sólo es necesario jugar intrépidamente". Luego, Alekhine sugirió que jugáramos algo de ajedrez. Yo estaba tan asustado por sus declaraciones que rápidamente perdí las tres partidas y partimos. El torneo empezó. El veloz ataque de Alekhine, su osado juego experimental en la apertura y maña en la defensa dejan una fuerte impresión. Sus oponentes, uno después de otro, tal vez rápidamente, sufrieron la derrota. Una enorme impresión se produjo en mí por las aplastantes derrotas infligidas por Alekhine sobre Vyakhirev, Rozanov, Goldfarb, y Elyashev. Yo ofrezco la última partida, desde que yo, estando libre durante este día, lo observé desde el primer hasta el último movimiento, y presencié la conversación que ocurrió entre los jugadores después de la partida.
Torneo Amateur de San Petersburgo 1909
Defensa Francesa, Variante del Cambio. C01.
Blancas: Moisei Elyashov Negras: Alexander Alekhine
1.e4, e6; 2.d4, d5; 3.exd5, exd5; 4.Ad3, Cc6; 5.c3, Ad6; 6.Cf3, Ag4; 7.00, Cge7; 8.Te1, Dd7; 9.Cbd2, 000; 10.Da4
(Alekhine consideró este movimiento como el error que pierde la partida.) 10. ..., Td-e8; 11.b4, Rb8; 12.b5, Cd8;
(Elyashov pensaba que la ventaja, estaba de su lado. Yo también pensé que la posición del blanco parecía buena.) 13.Ce5
(Este movimiento me pareció erróneo, en lugar de eso, como indicó Alekhine, Elyashov debió haber jugado: 13.Aa3.) 13. ..., Axe5; 14.Txe5, Cg6; 15.Txe8, Txe8; 16.Cf1,
(Elyashov evitó los movimientos 16.Ab2, o 16.Aa3 por causa de 16. ...,Ae2.) 16...., Te1; 17.Ab2, De8; 18.f3,
(Un desatino. Sin embargo, Alekhine afirmó que la posición del blanco ya era desesperada.) 18...., De3+; 19.Rh1, Txa1; 20.Axa1, Dxd3; 21.Abandonan.
Es asombroso que en las partidas contra Alekhine, los oponentes hicieron exactamente los mismos parecidos "desatinos". Izbinsky, Goldfarb, y Evtifeev hicieron aproximadamente los mismos errores. El correcto agudo juego de Alekhine de la apertura, parece, causó una sensación de confusión en sus oponentes. La energía y unicidad con la cual Alekhine desarrolló los bien conocidos sistemas de apertura, fueron extremadamente sorprendentes para mí. La apertura de su partida con Rosenkrantz, hizo especialmente una gran impresión sobre mí.
Torneo Amateur de San Petersburgo, 1909
Defensa Francesa, variante Alapin C14.
Blancas: Karl Wilhem Rozenkrantz Negras: Alexander Alekhine
1.e4, e6; 2.d4, d5; 3.Cc3, Cf6; 4.Ag5, Ae7; 5.e5, Cf6-d7; 6.Axe7, Dxe7; 7.Cb5, Dd8; 8.f4, a6; 9.Ca3, c5; 10.c3, Cc6; 11.Cf3, b5; 12.Cc2, Db6; 13.Dd2, a5; 14.b3, b4; 15.c4, a4;
(La avalancha de peones sobre el flanco de dama se mueve incesantemente hacia adelante. Esta es una rara posición para una "tranquila" variante de la defensa francesa. Allí siguió ahora:) 16.cxd5, exd5; 17.dxc5, Cxc5; 18.Cfd4, axb3; 19.Cxb3, Cxb3; 20.axb3, Txa1+; 21.Cxa1, 00; 22.Cc2, Dc5; 23.Ad3, f6; 24.exf6, Txf6; 25.h3, g6; 26.Rd1, Ae6; 27.Te1, Af7; 28.g4, d4; 29.f5, Ce5; 30.fxg6, hxg6; 31.Dg5, Cxd3; 32.Dxf6, Cxe1; 33.Cxe1, Axb3+, y el blanco abandonó.
El principal rival de Alekhine en el torneo resultó ser Rotlevi. El encuentro entre Alekhine y Rotlevi, atrajo una gran cantidad de atención. Alekhine jugaba con negras y para el primer premio era harto suficiente para él, hacer un empate. Consecuentemente, la extremadamente arriesgada táctica que Alekhine adoptó de la manera correcta en la apertura en esta crítica partida, causó general consternación.
Torneo Amateur de San Petersburgo, 1909.
Defensa Holandesa (por transposición) A40.
Blancas: Georg Rotlevi Negras: Alexander Alekhine
1.d4, e6; 2.c4, c5?!; 3.e3, f5!?;
(Yo estaba sentado cerca a esta partida cuando Alekhine hizo su tercer movimiento, y yo estaba repentinamente henchido de confianza de que Alekhine quería asegurar igualmente la victoria en esta partida. Yo estaba, incluso, embargado de un sentimiento de envidia. "Aquí", yo pensaba, "él juega, 'como él quiere' y gana" ¡Cómo quisiera esto para mí!") 4.Cc3, Cf6; 5.Cf3, a6; 6.a3, Dc7; 7.dxc5, Axc5; 8.b4, Ae7; 9.Ab2, b6; 10.Ca4, d6; 11.Tc1, 00; 12.Ae2, Cbd7; 13.00, e5; 14.Db3, Rh8; 15.Cg5, Dc6; 16.Ce6,
(Una desventaja de este movimiento es el hecho de que ahora el asedio del punto f7 está levantado. Mejor era 16.c5, después de lo cual era posible: 16. ..., Ab7; 17.Af3, d5; 18.cxb6, Dd6. Jugando ahora 19.Tc7 o 19.Cc5, el blanco por supuesto, hubiera mantenido aquí las mejores oportunidades.) 16. ..., Te8; 17.Af3, Ce4; 18.Axe4,
(Un cambio desafortunado. Era mejor 18.Tf1-d1 inmediatamente.) 18. ..., fxe4; 19.Tfd1, Cb8!
(Rotlevi había contado con 19. ..., Af6, entonces 20.b5!) 20.c5, dxc5; 21.Cf4, exf4; 22.Df7, Af8; 23.Cxc5, bxc5; 24.Txc5, Ae6; 25.Dxf4, Axc5; y el negro, con una torre y una pieza extra, ganó rápidamente. Alekhine tomó el primer lugar y se convirtió en maestro. Nuestro próximo encuentro dos años más tarde cuando Alekhine se trasladó a San Petersburgo en conexión con matricularse a la Escuela de leyes. Los años 1912-1914. Alto, con un encendido rubor sobre sus mejillas, Alekhine parecía estar muy a la moda y dandi en su uniforme de la Escuela de leyes. Una vez, a su invitación, visité su hogar (él vivía en alguna parte en el área de Isaakiev Square y la calle Morsky) a una hora acordada, pero él no estaba allí. Ellos propusieron que lo espere. Aproximadamente una hora más tarde Alekhine apareció. Apenas nos sentamos en la sala y tuvimos una vivaz conversación. Pregunté a Alekhine acerca de sus apariciones en el extranjero en Hamburgo, Carlsbad y Estocolmo. Él habló muy reservadamente sobre sus resultados, aunque en el torneo de Estocolmo en el verano, él había tomado el primer lugar. "Mi victoria no fue difícil", dijo. -"Mi único posible rival era Spielmann, pero, después de perder con Fridlizius en la primera mitad, él se desmoralizó." Contra Spielmann gané comparativamente muy fácilmente", agregó. "¡Quería mucho tomar revancha por mi derrota en el torneo de Carlsbad!" Estuve renuente a hablar sobre el fracaso de Alekhine en el torneo de maestros rusos en Vilna, donde él perdió 8 partidas y recogió 8.5 puntos en total fuera de 18 partidas, y nuestra conversación pronto pasó sobre otros temas de ajedrez. Incidentalmente, me quejé acerca del hecho de que mis intentos para imitar sus arriesgadas tácticas habían sido hasta ahora desafortunadas. "Usted sacrifica piezas y eventualmente usted pierde", finalicé mi pensamiento. Alekhine empezó a reír. "Bien, mi querido, antes que nada, todo el punto es que usted debe sacrificar correctamente, y en segundo lugar, incluso después de sacrificar correctamente una pieza, es necesario jugar con gran precisión con el objeto de llevar el ataque a una conclusión. Recuerde la última partida del encuentro Lasker - Schlechter. El sacrificio de Schlechter estuvo completamente correcto y la "corona" de Lasker pendió de un hilo. Infortunadamente, de cualquier modo, las cosas resultaron diferentemente." "¿Hubieras querido que Schlechter se convierta en campeón del mundo?" -pregunté. "Schlechter es un maestro de gran clase," respondió Alekhine. -"En Hamburgo y Carlsbad, sentí esto en mis partidas con él. En verdad, estaba un poco temeroso de él, y por eso las oportunidades psicológicas también estaban de su lado, pero esto no disminuye lo persuasivo de sus victorias. Además, si Schlechter hubiese ganado el encuentro, nosotros ahora estaríamos atestiguando una gran contienda entre él y Capablanca". Entonces, él dio un elogio muy alto de la destreza del cubano: "Capablanca siempre sacrifica correctamente, y toda su partida es por eso muy hermosa y lógica. Él ha alzado la combinación de estos dos elementos de la lucha del ajedrez a un nivel muy alto. En cualquier caso, para Lasker, Capablanca es más peligroso que Rubinstein. Uno sólo tiene que lograr que Lasker juegue con él, pronto." Alekhine estaba entonces suficientemente locuaz y al final de nuestra conversación, él empezó a discutir de la belleza del ajedrez. "El principal elemento de la belleza en el ajedrez", dijo, "está escondido en el esfuerzo para encontrar la verdad. ¿Qué de bueno tiene una combinación de sacrificio si ha obtenido su consumación únicamente por causa de la pobre defensa del oponente? Una correcta, profundamente calculada combinación de sacrificio es en esencia, una creativa pieza maestra. Es precisamente por esta vía que el ajedrez está unido con el arte." Ya era después de medianoche, y me estaba yendo a despedir, cuando Alekhine sugirió que miremos a la única partida que él perdió en el torneo de Estocolmo con el mismo Fridlizius que le ganó a Spielmann. Después de llegar a casa aquella noche, consigné por escrito los comentarios que Alekhine había hecho a propósito de este encuentro. Aquí están ellas.
Partida premiada con el Primer Premio de Belleza.
Torneo de Estocolmo 1912
Apertura Española C77
Blancas: Joel Fridlizius Negras: Alexander Alekhine
1.e4, e5; 2.Cf3, Cc6; 3.Ab5, a6; 4.Aa4, Cf6; 5.Cc3, Ac5;
(Después de 5.Cc3, este movimiento parece lógico, pero debo de decir que, que las consecuencias de 6.Cxe5, no son totalmente claras para mí. Posiblemente por eso yo hubiese jugado 6. ..., b5.) 6.00, b5; 7.Ab3, d6; 8.d3, Ag4;
(Es difícil para el negro pedir por más de la apertura española, él ya tiene una posición activa y una cantidad de amenazas.) 9.Ae3, Cd4; 10.Axd4, Axd4; 11. h3, h5;
(Un sacrificio y a duras penas, uno correcto. Contra un oponente más fuerte yo no hubiese decidido ponerlo en marcha. Yo fui tentado por la variante principal: 12.hxg5, hxg5; 13.Cxd4, exd4; 14.Ce2, Ch5!; 15.Cg3, Dh4; 16.Cf5, Dh1+; 17.Rxh1, Cg3 jaque doble; 18.Rg1, Th1 jaque mate.) 12.De2
(Como uno esperaría, Fridlizius tuvo temor. Después de 12.hxg4, hxg4; 13.Cxd4, exd4; 14.Ce2, Ch5; 15.g3, Df6; 16.Dd2, es difícil para el negro probar la corrección del sacrificio, desde que, 16. ..., Df3; es refutada por la réplica, 17.Cxd4.) 12. ..., Cd7; 13.Cd1, Cf8?
(Lo más simple era aquí 13. ..., Df6; con una subsiguiente ..., Axf3 y ..., Cd7-f8-g6-f4.) 14.c3, Aa7; 15.Ce3, Ad7; 16.d4, Cg6; 17.Dd2, Ac6.
(La posición de las negras ha llegado a ser peor, un resultado del error en el 13er movimiento.) 18.Cd5, Tc8; 19.Ta1-d8, 00; 20.Rh2, Ab7; 21.Tg1, c6; 22.Ce3, Df6; 23.Cf5, d5; 24. Cg3, h4?
(Otro error. El negro estaba obligado a aclarar la diagonal b8-h2 para el jaque, para lo cual era necesario jugar 24. ..., exd4; y si 25.Cxh5, entonces, 25. ..., Dd6+, y la posición del negro todavía era aceptable. Mi equivocación fue una consecuencia de pasar por alto el 26to movimiento de las blancas.) 25.Ch5, Dd6; 26.Dg5!, exd4+; 27.e5, De6; 28.cxd4, c5;
(Con objeto de conseguir algo en recompensa por el peón de h4. Sin embargo, Fridlizius condujo el final de partida considerablemente mejor que la apertura.) 29.Cxh4, cxd4; 30.Tg-e1, Ab8; 31.f4, De7; 32.Cf6+,
(Al principio me pareció que Fridlizius había hecho una equivocación, pero él mismo demostró estar en lo correcto. Su combinación es muy original y hermosa.) 32. ..., gxf6; 33.exf6, Axf4+;
(Si de una vez 33. ..., Dxe1, entonces, 34.Cxg6, y el negro, obviamente recibirá mate. Ahora parece, que hay oportunidades de salvación para el negro. Yo aún no veo el final de toda esta combinación.) 34.Dxf4, Dxe1;
(En esto yo había colocado mis secretas esperanzas.) 35.Cxg6, De4; 36.Ce7+, Rh8; 37.Txd4!
(¡Igual como tú quieres jugar! Fridlizius fue premiado con el primer premio de belleza por esta partida y, en mi opinión, correctamente.) 37. ..., Dh7; 38.Dh4, Tc4; 39.Axc4, dxc4; 40.Dxh7+, Rxh7; 41.Th4 jaque mate.
Durante diciembre de 1913 - enero de 1914, Alekhine compartió el 1er-2do lugar con Nimzovich en el torneo de Maestros Rusos y ellos fueron admitidos dentro del torneo de grandes maestros con la participación de Lasker, Capablanca, Tarrasch, Janowsky, Rubinstein, Marshall y otros. En este difícil evento, Alekhine consiguió un buen resultado, tomando el tercer premio después de Lasker y Capablanca. Todas las partidas de Alekhine estaban llenos de momentos excitantes y agudas experiencias. Al final de la última ronda, me acerqué a Alekhine y lo felicité. Los ojos de Alekhine empezaron a brillar. "Gracias", dijo él, "pero, usted sabe, yo sólo considero este éxito como un paso más adelante". "¿Cómo evalúas la victoria de Lasker?" Pregunté. "No estoy satisfecho", respondió él. "Hubiera preferido a Capablanca". En un brillante día de julio de 1914 el tren expreso desde Suiza se acercó calmadamente a la estación de Mannheim. Pronto, a la puerta de uno de los vagones de 1ra clase, apareció Alekhine. Nosotros firmemente estrechamos las manos de cada uno. Aparte de mí, algunos que otros ajedrecistas rusos y representantes del comité organizador del congreso de la Unión de Ajedrez Alemana en Mannheim, llegaron para conocerlo. Alekhine estaba taciturno, quejándose de fatiga y sabiendo que la primera ronda empezaría en unas cuantas horas, él se apresuró a llegar al hotel con el objeto de conseguir un poco de descanso antes de la partida. Una curiosa historia precedió al arribo de Alekhine. Por un largo tiempo él no respondió a la invitación del comité organizador para tomar parte en el torneo y, finalmente, tres días antes del comienzo del evento él escribió un telegrama con aproximadamente el siguiente contenido: "Por favor informarme. ¿está Capablanca participando en el torneo?" El comité organizador estaba extremadamente desanimado por este telegrama. Muchísimo les hubiera gustado tener a Alekhine como participante en el torneo, pera la mayoría de los miembros del comité creyeron que Alekhine estaba buscando encontrarse con Capablanca y que sin la participación del último, el torneo tendría poco interés para Alekhine. Aunque ya casi habían llegado a tener en claro que Capablanca no tomaría parte en el torneo, el comité organizador dio a Alekhine una respuesta evasiva, a pesar de todo habían algunas oportunidades de la participación de Capablanca. Habiendo venido por Alekhine, para ir juntos al torneo, no pude resistirme y le pregunté qué había provocado su telegrama, a esto él respondió: "Si Capablanca hubiese participado, entonces yo no hubiera jugado. La pura verdad es que en los años venideros debo de prepararme para mi encuentro con Capablanca por el campeonato del mundo. Para este propósito yo sólo debo tomar los primeros premios. Por ahora, todavía soy más débil que Capablanca, y, esto significa que en el caso de su participación debo de estar contento, en el mejor de los casos, con el segundo lugar el cual no está dentro de todos mis cálculos. "Pero Lasker es el campeón mundial", señalé. "Esto no es importante", respondió él, "pronto lo será Capablanca". Y de esta manera, incluso entonces a los veintidós años de edad, Alekhine acariciaba el sueño de ganar el campeonato mundial y tenía trazado un plan de su propia hechura con el objeto de convertir su sueño en realidad. En el torneo de Mannheim, Alekhine ganaba partida tras partida en espléndido estilo. Él me mostró sus partidas contra Duras, Breyer, y Mieses, haciendo breves comentarios sobre el curso de la lucha. Yo estaba asombrado en el discernimiento con el cual él adivinaba las ideas de sus oponentes.
Mostrando la partida con Duras (blancas), después del 23er movimiento, él me preguntó cómo hubiera jugado ahora.
Yo pensé por cerca de un minuto y jugué 24.Th1. "Tú, también como Duras, no me engañarían en mis expectativas", dijo Alekhine. "Los dos hicieron el movimiento natural de la torre hacia la columna abierta, pero esto es justo una equivocación." Y entonces Alekhine demostró la continuación que ocurrió en la partida: 24.Th1, Cd4; 25.Axd4, cxd4; 26.Txd4, Ab4!; 27.Cb3, d5!;
(Este es el punto de la combinación. Si 28.exd6, entonces 28. ..., Ab7+). 28.Ce3, c5; con una ventaja para el negro.
La guerra estalló. Los ajedrecistas rusos fueron arrestados, ellos permanecieron aproximadamente un mes en una prisión en la fortaleza de Rashtaff y finalmente ellos enviados a Baden Baden, donde nos permitieron vivir por nuestros propios medios. Casi todos nosotros estábamos colocados en el mismo hotel. Yo viví en el segundo piso, Alekhine en el tercero. Allí Alekhine empezó a trabajar sobre una colección de las partidas del torneo de maestros de todas las Rusias de 1913-14. él me incitó a este trabajo, y casi todas las largas noches las pasé en análisis. Estaba asombrado por su diligencia y capacidad para trabajar. Sobre cualquier análisis él era capaz de pasar varias noches. En los análisis, Alekhine era muy objetivo. Hubo un caso cuando después de múltiples horas de análisis llegábamos a la conclusión de que la posición finalmente había sido agotada, y él redactó un extenso comentario en varias páginas. Más tarde en la noche lo dejé ir a dormir. A las 4 a.m. una llamada me despertó. Me levanté al recibidor. "Ven a mí inmediatamente", escuché la voz de Alexander Alexandrovich.
Entrando a la habitación de Alekhine, lo encontré detrás del tablero de ajedrez. Era la posición que nosotros habíamos "empatado". "Nosotros no nos dimos cuenta del movimiento b7-b6", anunció Alekhine, "el cual refuta todo. Dejamos de echar una mirada a eso." Y nosotros empezamos los análisis de nuevo, sentados durante toda la mañana y todo el día siguiente, desde que Alekhine se levantó hasta estar en lo correcto.
Encuentros finales
Mis últimos encuentros con Alekhine tomaron lugar en los días del primer campeonato de la Unión Soviética durante octubre de 1920. Al segundo día después de mi llegada desde Petrogrado estaba viviendo en el dormitorio de los cadetes. Después de la comida yo estaba sentado en mi habitación, cuando repentinamente ningún otro que Alekhine irrumpió sobre mí. No nos habíamos visto el uno al otro en varios años. Él había enflaquecido, parecía haber crecido, estaba animado casi alegre. Entonces empezaron las preguntas, las historias, y "compartiendo" impresiones. Alekhine dijo que él se estaba yendo al extranjero para participar en torneos internacionales y prepararse para la lucha con Capablanca. "La canción de Lasker ha sido cantada", dijo, "su encuentro está a la mano". Un día después del día que el torneo se acercó a su fin. Alekhine confiadamente tomó el liderazgo y capturó el primer lugar, no habiendo perdido una partida. Pronto Alekhine se marchó al extranjero y jamás nos encontramos de nuevo. Alekhine, en mi opinión tenía un conflicto natural, y en él, dos lados siempre lucharon: una sobriedad, el frío calculo y una excitante gama de humores, los cuáles frecuentemente lo llevaron a lo largo de un mar de emociones tormentosas. Esta contradicción también fue reflejada en la creatividad del ajedrez de Alekhine. Es difícil de decir, cuándo él era más peligroso, si era cuando lógicamente, cuidadosamente, con virtuosidad técnica, él, movimiento tras movimiento, destruía los planes del oponente, o cuando con una ingenuidad inagotable, todo en un creativo fermento él aturdía a sus oponentes con brillantes, inspiradas e inesperadas combinaciones.
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